Mono blanco y pureza.

La pureza bebe del aire…, de mi aire contaminado, de tus lenguas usadas. Pip buscó y buscó a su padre…

No he terminado el libro de Franzen pero, ¿acaso tiene que basarse la fuerza de un protagonista en la carencia dramática de no saber quién es el padre…, o la madre? ¿No está demasiado usado?

Apenas he pasado el ecuador de las casi 700 páginas y juro que como llegue a conocerle (al padre) y éste sea barbudo, algo canoso, profesor de Princeton, y gaste vaqueros, cierro el «librito» y lo tiro a la chimenea para que se envuelva en un loop, escalando ávido hasta el infierno. Y si eso pasa, entonces prometeré no volver a leer jamais otra de las candidatas a “gran novela americana”.

Los escritores anglosajones en búsqueda de la 1.000+1 páginas me entenderán. Y ¿por qué autores, almost todos (ellas también), no pueden evitar dejar huella universitaria? Parece que es tirar con sosa obviedad de su día a día en el green o, quizás es un requisito para salirse del populus conscientemente, una especie de señal entre ellos, los dioses cercanos a Joyce..

Yo no escribo bien y no dejo caer mi tacón alto por esas «burgue-escuelas» pero aquí me desnudo sin esperar aprobación. Quizás sea una ventaja (quizás es algo ingenuo pensar que sea una ventaja), pero hoy reinvento la pureza,  lo hago esta noche que he dejado de leer  al escritor de gafas redondas…

Creo que estos listos aburridos (no quiero insultar) tampoco son puros. Pura es Lucy Jordan aunque cante con 37 y, puro es el mono blanco que robé del armario de mi padre cuando sus cenizas aún estaban calientes.  Pura me siento las pocas veces que salgo a la calle con él. Para la sesión de hoy me he quitado la camiseta de rayas marinera que, en las calles, esconden mis pechos. También las converses rosas, pero las he cambiado por los charoles altos que se que gustan. Y es que tan solo un mono blanco de algodón sobre mi cuerpo desnudo cabe en la rima de este blog.

Me he puesto este saco solo dos veces desde que él murió. Cuando lo hago no hay un motivo aparente. No lo hay. Quizás solo quiero salir del hastío gris que nos rodea, sentir La Extravagancia, y es que no me queda muy bien, confieso. Además es raro a la vista del común.

…

Puedes leer hasta aquí porque no escribo más. Hay demasiado vacío en mis letras. Desde hace días revolotean sílabas nerviosas queriendo expulsar algo que desconozco. Dejo anotaciones sin mácula, aquí, en el ipad, en la lejanía oriental. Lo hago buscando, rebuscando, y escribiendo inconscientemente en blanco. Pero lo único puro que he encontrado ha sido el acto insignificante y espontaneo de desvestirme para colocarme el saco de algodón.

Continua buscando la pureza, Mara.

. La novela de la que hablo es Pureza (Purity, 2015) del escritor norteamericano Jonathan Franzen.

. The balad of Lucy Jordan es una canción fantástica que canta Marianne Faithfull y cuya protagonista se da cuenta a sus 37 que ni siquiera ha estado en París. <…> At the age of 37, she realized she’d never ride through Paris in a sports car…

Mara Blixen.

Días después de publicar este post me he comprado el último libro de poesía de Michel Houllebecq y en la primera página, el primer poema versa sobre la pureza…

Par la mort du plus pur  / Cuando muere lo más puro

Toute joie est invalidée / cualquier gozo se invalida

La poitrine est comme évidée,  /  Queda el pecho como hueco,

Et l’oeil en tout connaît l’obscur.  /  Y hay sombras por donde mires.

Il faut quelques secondes  /  Basta con unos segundos

Pour effacer un monde.  /  Para eliminar un mundo. 

Configuración de la última orilla / Configuration du dernier rivage.

Michel Houllebecq, 2016.