Papá:
Te voy a decir algo. Ahora mismo, si ahora mismo, no envidio ninguna de tus anécdotas vitales porque mi cabeza es grande. Viaja con un ritmo inquietante, mágico y está llena de ideas brillantes. Ando segura, bien contenta (y bien follada) y no necesito ponerme de pie para bailar. Mi cerebro es un maserati. ¡Ja! Va por delante de ti. Mmm… Quizás tú siempre lo has sospechado pero soy más artista que nunca.
¿Soy una artista? Me pregunta el lado siniestro con envidia. Por supuesto que si Mara. Nada me limita, ni un corset, ni un poema, ni una mácula de tristeza. De hecho, bienvenidas sean todas ellas, y las que quedan para ayer a las cinco. ¿Sabes? No voy a tomar más de ese té feo al sol porque me tenía victimizada hasta el absurdo. Así será, al menos, hasta el 4 de febrero. Ese es mi pulso contra Darth vader.
Y respira, que estoy ahí, aunque no siempre lo veas, y escucho bien tu preocupación. Sigo cuidando bien de mamá.
Mara Blixen.
Deja una respuesta