Cuando empiece la acción tienes que quedarte en silencio. No hables ni contigo y deja el histrionismo en casa. Te recuerdo que la protagonista es Mara. No bebas ron.
Poema. 50.000 bragas.
Bragas sin instrucciones de uso,
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Bragas blancas en el cajón, bragas nuevas, bragas de salón, bragas soprano, Sigue leyendo «Poema. 50.000 bragas.»
Sin protección, sin sexo, poemas de verano.
Un fuego me roe
Y se ríe de mí.
Duele como siempre. Sigue leyendo «Sin protección, sin sexo, poemas de verano.»
Mi caprichoso Placer Oral.
Ya son varios blogs de actualidad los que me han pedido que colabore escribiendo para ellos semanalmente. Hasta hoy lo he rechazado. Por supuesto que me gustaría porque haciéndolo, se abre otra vía para que se conozca mi vida literaria. Sigue leyendo «Mi caprichoso Placer Oral.»
¿Ya no quieres jugar, Mara?
Él: Cuéntame, Mara, entre tú y yo, ¿cómo fue esa sesión de fotos? ¿Qué pensaste e hiciste sobre esa cama para exhibirte casi desnuda en Instagram?
….
Él: (una semana después).
Cuéntame, Mara, me tienes con la miel en los labios. ¿Ya no quieres jugar?
Yo (Mara): Cada olor dulce, amargo, ácido, salado, que leo en tus emails, hacen que yo misma desee recorrer los poros de mi cuerpo (de coño a pecho) despacio y en silencio para ti. Pero públicamente, hasta que adivine si eres capaz de absorber (de adivinar) mi sabor exterior velado por la literatura escrita en blanco y con censura. Y es que sé que aunque lo niegues, te asusta ver la carne marrón por dos, con olor a pezón. Eres incapaz de tocarla (*). Lo sé. En mi cama solo pensé en la posibilidad de que te excites al verme meter un dedito, y otro, por los encajes limpios de mi braga… Así, mira…, mis manos deshaciéndose de la camisa blanca de algodón hacia el cielo …, volviéndose un sabueso cachondo… Continúa cabrón…, ven…, ¡empieza a tocarme!
Y sigue escribiéndo, continua preguntando y mañana volveré a darte los buenos días (IG) en satén, cada vez más desnuda…, quizás…, o eso creo…
Mara Blixen.
(*). (con lo que a mí me gusta)
#vicio01.Sergio M. El hombre que recorre mi cuerpo.
¿Y si al fin me armo de valor y me decido a emprender el camino?
¿Y si consigo recorrer el empeine de tus pies y no caer perdido entre sus dedos?
¿Y si alcanzo tus gemelos sin que me fallen las fuerzas y pago su parada y fonda con mis besos?
¿Y si me deslizo por tus rodillas hasta que la carne de tus muslos detenga mi caída?
¿Y si arrastro mis deseos clavando en sus curvas las yemas de mis dedos?
¿Y si al fin, derrotado, llego a mi destino, tu sexo?
¿Qué me espera entonces, Mara? ¿Qué encontraré tras tu velo?
—
Striptease, pezones y Mata Hari.
Un striptease, estriptis o estriptís1 (del inglés strip (desnudar) + tease (engañar), baile sensual),

es lo primero que dice SexyPEDIA cuando buceo en google, y es lo último interesante que puedo leer, eso y descargarme para el blog la foto de la adelantada y erótica Mata Hari. Aunque hablo inglés, no había hecho la conexión de que la segunda parte de esta palabra (algo cursi si escuchas con atención), es un engaño.
(Strip-TEASE suena como a tis, tea, tit, ti, titi, el piti que se fumaba mamá, y es que todo aquello que acaba en i es muy inglis…y cursiX, que no sexy(i))…, o sexy(i)X!
Inmediatamente me pregunto por qué es un engaño. Sigo leyendo. Rápido te das cuenta de que lo del engaño debe suponerlo solo aquel que crea que lo que va a terminar viendo es lo que “la chica” no enseña cuando aparece en el stage envuelta en oro y sal. Lo curioso es que nadie desea verlo en realidad, y siempre vas a preferir que me quede con las telas envolviendo mis pezones redondos, duros… Entonces es cuando la palabra cobra sentido. Porque cuando has deseado más de mí, quizás yo te he llevado al engaño…

Al engaño de creer que me conseguías, de pensar que ya era tu antojito, de hacerte sentir cómo podrías follarme o poseerme, romperme hasta el dolor… Más, más allá, allí donde tu esencia se corrompe para siempre, desoyendo la barrera de la intimidad.
Y cuando crees que lo has conseguido después de un sudado feo, y aún con el sufrimiento que provoca el miedo por acercarte, tu chica (la que ya creías solo para ti) tira la última tela roja al bobo que siempre bebe agua, y se le siente aburrido escondido desde hace meses, casi años, en el espejo negro de salida.
Y te vuelvo a hacer un striptease cuando lo pidas, y será nuestro striptease bobo…
Mara BLixen.
Mi ombligo rojo…
Yo invoco a mi estómago para que exista sobre tu short azul, cantando puro por el silencio del tacón rojo de charol.
Poesía para que me ames…
Mara.
Sexo jamás confeso, muerte y flamenco.
Y llega el aviso de tu muerte. Por fin. No soportaba más la presencia de la puta Decadencia riéndose de ti, y de todos nosotros cada vez que, con sus zancadas negras parsimoniosas, te clavaba la aguja.
Pocas veces enciendo el tocadiscos que me regaló papá. Mozart, y su Lacrimosa requieren respeto. Así que paro de llorar y dejo caer la aguja, una aguja limpia, y aunque punzante, muy diferente a la que impulsa la Muerte. Este es mi pequeño rezo ateo para despedirte, Gran danzón.
Cierro los ojos y escucho la marcha. Puedo dibujar sombras oscuras flotando como una corona sobre mi coleta. Quizás solo sea un rodeo y estén de paso para asentarse en otra cama, o quizás las estoy oliendo porque la siguiente soy yo. Hoy, cada vez que una bandada de pajaritos pequeños levanta el vuelo en Madrid, continuo viendo esa carita sonriente de niño que, sin embargo, escondía en secreto desde el vientre una dermis podrida. Ya han pasado cinco años…
Aunque los pájaros rara vez vuelan de noche, acaba de expandir las alas en el patio quieto de casa uno grande. He decidido que seas tú, Álex. Les diré a esas dos criaturitas que dejas ya cortadas para siempre, que busquen alto…
Y de flamenco y del nacimiento de los dioses también quiero hablar hoy. Del flamenco porque ninguna expresión artística ha sabido expresar mejor el canto de la muerte. A cualquier seguiriya la colma su desnudez, la ausencia de retórica. Su cante triste repleto de sexo jamás confeso, lo hace místico.
Álex, me despido sin parar de bailar en cualquiera de esas fiestas locas que organizabas. Nadie se atrevía a poner fin hasta que uno alzaba la última botella, buscando a quien bautizar como el dios del nuevo día. Te digo adiós de una manera original. Regalándote este vals de José Hierro que canta jondo algo así:
<<Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría no podrá morir nunca>>.
Mara Blixen.
El sexo de las 4 torres
Y ¿por qué coño me he puesto un gin-tonic ahora? No es un día para eso. Sobre todo cuando vuelves de correr…
…Mientras lo hacía con una luna gorda en decadencia, ha salido de refilón, en la lista de spoty, Amy Winehouse; a veces me pasa; cuando corro, el sonido de la música tan directa en el oído, intimida tanto que hace que pierdas el ritmo ortodoxo de la pisada de atleta. Y es que, aunque quieras seguir recto, empiezas a zigzaguear, levantas de repente un brazo irrisorio Hip-Hopiano y, hasta eres capaz de saltar a dos pies los bancos del camino sinuoso del lateral de las cuatro torres…
Si por mi fuera, en esos momentos, inventaría un nuevo estilo de running,
Lo llamaría dance-running…, shaking-running…, twister-running,…Graham-running…
¿Cuál suena más pegadizo?…
En realidad, me da un poquito de vergüenza que me vean haciendo aspavientos inconexos con mi anorak naranja. Pero no puedo evitarlo. Cuando eso ocurre hasta tal punto que pierdo el sentido y ya no recuerdo porque persigo un pie delante de otro, acelero más el paso y termino alcanzado (para esconderme) las callejuelas del triángulo que forma esa barriada ignorada de la Ventilla. Solo en ese momento empiezo a sentirme liberada…, protegida…, incluso siento cierta excitación ahí abajito, como diría un ex.
Pero es que las cuatro torres humillan un poco…, aunque…, eso puede ser una apreciación negativa porque al mismo tiempo, su omnipresencia cartesiana te dice que todo está en ti…., que tú también puedes llegar hasta “ahí arribita”… arribita, arribita con la faldita…
… Ya no suena Winehouse y ahora, casi llegando a casa, es el chulo de Slick Rick el que te dice que el agujerito alto de Norman Foster, ese rascacielos que tú ves lejos, es pasto de “un coloso en llamas” y…., puff, empieza a cargar (Slick) con uno de sus poemas en blanco y negro…
De verás, sueño conque un día todas las barriadas de las ciudades más importantes del mundo sean derrumbadas por la pluma de Rick. Ese día yo seré famosa y, entonces, todos se despertarán con mi silueta desnuda erizándose insultante…, como en la foto en blanco y negro de portada pero «sin» el filtro de un buen grafitero…
MAra Blixen.
ME FOLLAS y te digo adiós…
Estoy preparándome para esta noche, para nuestro ácido encuentro. No sabes aún porque lo será… Tú no enciendas las velas, ni prepares esas sabrosas ostras con las que te gusta mimarme…
En cuanto suba el último tramo de la escalera y sienta tu cercanía al recibirme, mi estómago va a tensar sus hilos hasta doler. A continuación, levantaré la mirada buscándote y en cuanto percibas mi rostro de disimulo contenido, sabrás que, esta vez, por mucho que lo desees, no podrás escaparte…

Pero, ¿cómo puedes estar al lado de alguien que sabes que no te quiere? ¿Qué, en tan poco tiempo, ni siquiera te desea ya? ¿Qué me sientes ausente cada vez que me follas?…
Ahora que escribo “me follas”, me doy tanta cuenta de que en estos meses en realidad, no he sentido…, rien… Quizás he buscado el calor en ti por necesidad, por el fuerte vacío que estimula la orfandad. Tú te has atado a él, manipulando mi ebriedad para confundirme y, de ese modo hacerme pensar que podría estar enamorándome de ti. Sin embargo has caído en tu trampa porque el ratón, si no tiene hambre no busca alimento. Simplemente come lo que sea…, lo que le dan, lo que me das… Y aunque me sirvas en plata lentejas de caviar, me verás envejecer deprisa. Lo haré, aunque con un poco de atención, podrás sentir cómo me resisto a ello. Lo verás en el brillo cada vez más cenizo de mis ojos, que dibuja con lentitud un deseo de agotamiento en tu ánimo por mi indiferencia… Y quizás también un golpe de efecto. Y justo, cuando empiezo a sentir en mi cuerpo la pérdida real de impulso sexual, aparece Jean. Un mensaje; hay una posibilidad, después de mucho tiempo, de volvernos a ver.
De repente, vuelvo a tener muuuucho hambre, ¡muchísimo! ¡Maldita sea! ¡Quiero esas lentejas de caviar!, pero no contigo…
De momento me contengo y decido no contestar. Por el respeto que tengo a nuestra relación te debo, al menos, fidelidad. ¡Siempre he sido fiel! Siempre… Decliné la invitación de Eduardo a la exquisita Sicilia por ti pero… Me ducho, me masturbo y no encuentro el modo de calmar la ansiedad. Me voy a nadar… No es suficiente. Decido pasear por el parque abrupto de La Ventilla. Durante más de una hora la palabra fidelidad me golpea con sequedad el pendiente… No sé qué hacer…Conduzco el paso hacia el árbol cuya corteza, tiempo atrás rasqué con mi nombre y me acomodo en el suelo junto a él. Cierro los ojos.
Inoportunamente aparece mi padre muerto. Un pensamiento frugal. ¡Justo en ese momento!… Toda mi vida espantándome de sus escarceos amatorios y, tras el corto tiempo que su imagen fantasmal está presente, inexplicablemente decido ver a Jean.
…
Después del palpitante encuentro con él, he vuelto a comer el pienso que te empeñas en darme cada día. Hoy no me cabe más así que me voy. (Con pena porque echaré de menos tu amistad).
Para dejarte, me inventaré otra historia algo falsa y mucho más simplona que la que he contado aquí. Por supuesto, no me creerás pero cualquier cosa que te diga será bienvenida. Sabes que esta vez no me podrás convencer.
Adiós. Ahora debo buscar otros labios qué amar. Tengo que estrenar esta preciosa barra de labios…

Mara Blixen.
Casarse «temporalmente» para FOLLAR!!!
Fórmulas, todas las imaginables para disfrutar de aquello más esencial de nuestra naturaleza: ¡EL SEXO! Lo escribo con mayúsculas para que lo lean bien aquellos que aún tienen «miedo» a algo tan natural y positivo para el individuo como es eso, el sexo…
pÍNCHAME si tienes curiosidad por saber más…
Mara Blixen.