Oro, lo que entrego cada noche pobre si sonríes a mis fisuras. Las repetidas e inaccesibles; las que adelantan al (m)alba. Sigue leyendo “Oro, incienso, mirra y bodis.”
Escribe en la caja negra del SEXO…
Cuando no salen las palabras adecuadas uno se asusta. Te pones a leer a los grandes para ver si encuentras la inspiración. Eso es aún peor porque te das cuenta de que nunca alcanzarás ese estado de gloria. Y te preguntas por qué escribes. Es más, porque escribes de sexo…
Los que han leído parte de mi novela (algunos, la novela entera) me dicen que utilizo el sexo tan solo como un utensilio para llegar a la caja acorazada del personaje. A su esencia, a lo que nadie quiere enseñar, y que lo consigo de una manera poco convencional, o al menos, muy particular.
Marta me dijo que rasco en las venas negras atravesando un cuchillo en lengua, con extraordinaria impulsividad y alegría. Que consigo un ‘catwalk’ de Lacroix a través de la más patética simpleza. Y que eso al fin y al cabo es lo que hace a cualquier escritor digno de ser respetado.
Es posible que haya una razón que explique porqué centro mis historias en el sexo. Por qué desde pequeña me impactaron tanto pelis como Last Tango in Paris…, Eyes wide shut o más recientemente, Shame… Que quizás, escribir de sexo es una consecuencia natural de lo que soy… Es más. Diría que sé cuál es la explicación, pero eso se queda en la caja…
Mara Blixen.
¿Has follado alguna vez en un probador?
Solo añado una sugerencia:
Confieso que yo lo he hecho y es muy pero que muy excitante. Más si lo haces en una tienda de la calle Serrano con un vestido de 5.000 euros encima (que no vas a comprar) mientras te lo hacen. Pero desde luego, a partir de ahora, lleva una máscara encima cada vez que vayas a ir de compras…
MAra Blixen.
Píncha aquí si quieres saber más sobre el video viral del probador de Pekín.