Papá:
Te voy a decir algo. Ahora mismo, si ahora mismo, no envidio ninguna de tus anécdotas vitales porque mi cabeza es grande. Viaja con un ritmo inquietante, mágico y está llena de ideas brillantes. Ando segura, bien contenta (y bien follada) y no necesito ponerme de pie para bailar. Mi cerebro es un maserati. ¡Ja! Va por delante de ti. Mmm… Quizás tú siempre lo has sospechado pero soy más artista que nunca.