Conversaciones con la TRIPITA de una desconocida.

S. (fan de Instagram): Por cierto, ¿qué hace una escritora un domingo como este?

Mara: Estoy preparando un poema sobre la braga y me está costando más de lo habitual. No sé si llego.

S. (fan de Instagram): Oda a la braga…

Mara: Me estoy riendo mucho. Últimamente mis escritos están siendo demasiado crudos.

S. (fan de Instagram): ¡La ambientación de tus posts son la hostia! Denotan oscuridad.

Mara: Bastante oscuridad pero escribir me ayuda a sacarla.

S. (fan de Instagram): ¿Sabes una cosa? Puede que tengas una de las curvitas más sexys que haya visto. Me encantaría poder abrazarte por detrás y con la mano izquierda coger tu pecho notando el pezón erecto entre mis dedos. Meter esa tripita en mi mano derecha…

Cualquier día me pongo a escribir este tipo de artículos gracias a ti, me motivas y me mola. Serían conversaciones con una “desconocida conocida”. Con sentimientos que afloran de hablar contigo y ver tus provocativas fotos…

Mara (fantasea con el desconocido): De buen gusto me dejaría agarrar la tripita después de quitarte el delantal rojo y limpiar con él la harina que  sobra en el acero de tu cocina. Esa que siempre sacas reluciente como el espejo donde escribes tus ideas. La dejaría al desnudo como la cover de Santi Santamaría. Con dos dedos taparía tu mirada para que continúes sin descifrarme. Quitaría el vendaje del lastimado y lo apretaría a tu cuello. Deja los cuchillos junto a nuestros cuerpos, por favor. Me gusta mirarlos mientras siento el sudor de tu cuerpo barbudo hinchándose de deseo.

Ya estoy abierta entre metales así que puedes fantasearme y cocinar mi tripita con pimentón.

Luego me susurras a que sabe…

Mara Blixen.