Darth Vader. ¡Ja!

Papá:

Te voy a decir algo. Ahora mismo, si ahora mismo, no envidio ninguna de tus anécdotas vitales porque mi cabeza es grande. Viaja con un ritmo inquietante, mágico y está llena de ideas brillantes. Ando segura, bien contenta (y bien follada) y no necesito ponerme de pie para bailar. Mi cerebro es un maserati. ¡Ja! Va por delante de ti. Mmm… Quizás tú siempre lo has sospechado pero soy más artista que nunca.

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¿Ya no quieres jugar, Mara?

Él:  Cuéntame, Mara, entre tú y yo, ¿cómo fue esa sesión de fotos? ¿Qué pensaste e hiciste sobre esa cama para exhibirte casi desnuda en Instagram?

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….

Él: (una semana después).

Cuéntame, Mara, me tienes con la miel en los labios. ¿Ya no quieres jugar?

Yo (Mara): Cada olor dulce, amargo, ácido, salado, que leo en tus emails,  hacen que yo misma desee recorrer los poros de mi cuerpo (de coño a pecho) despacio y en silencio para ti. Pero públicamente, hasta que adivine si eres capaz de absorber (de adivinar) mi sabor exterior velado por la literatura escrita en blanco y con censura. Y es que sé que aunque lo niegues, te asusta ver la carne marrón por dos, con olor a pezón. Eres incapaz de tocarla (*). Lo sé. En mi cama solo pensé en la posibilidad de que te excites al verme  meter un dedito, y otro,  por los encajes limpios de mi braga… Así, mira…, mis manos deshaciéndose de la camisa blanca de algodón hacia el cielo …, volviéndose un sabueso cachondo… Continúa cabrón…, ven…, ¡empieza a tocarme!

Y sigue escribiéndo, continua preguntando y mañana volveré a darte los buenos días (IG) en satén, cada vez más desnuda…, quizás…, o eso creo…

Mara Blixen.

(*). (con lo que a mí me gusta)

#vicio01.Sergio M. El hombre que recorre mi cuerpo.

medias 6

¿Y si al fin me armo de valor y me decido a emprender el camino?

¿Y si consigo recorrer el empeine de tus pies y no caer perdido entre sus dedos?

¿Y si alcanzo tus gemelos sin que me fallen las fuerzas y pago su parada y fonda con mis besos?

¿Y si me deslizo por tus rodillas hasta que la carne de tus muslos detenga mi caída?

¿Y si arrastro mis deseos clavando en sus curvas las yemas de mis dedos?

 ¿Y si al fin, derrotado, llego a mi destino, tu sexo?

 ¿Qué me espera entonces, Mara? ¿Qué encontraré tras tu velo?

(Texto enviado por Sergio M. el hombre que desea recorrer mi cuerpo, tu cuerpo…).
Ojalá tuviera todas las respuestas Sergio… Precioso texto. 
¿Os gusta?
Mara Blixen.

Mi ombligo rojo…

s1Yo invoco a mi estómago para que exista sobre tu short azul, cantando puro por el silencio del tacón rojo de charol.

 

Poesía para que me ames…

 

Mara.

Mi danza erótica.

Hoy es el Día Mundial de la Danza y yo bailo en silencio.

No necesito la música. Está en mi cabeza. La danza es una de mis pasiones. Diría que es mi vocación. Es más, me atrevo a gritar que únicamente con el baile conecto con mi yo Lacaniano, con mi esencia… Solo al bailar puedo ver a la verdadera Mara,  me encuentro con ella y me cae bien.

Y ahora, dejo de escribir, me levanto de la silla, me alzo unos tacones negros y me entrego a LA DANZA. Lo hago bailando para ti.

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Pd. Hoy debéis bailar. Para él o para ella, o para ti mismo, pero ¡Bailad!

Mara Blixen.

Os dejo una capsulita del diccionario.

La erótica es un término colectivo de raíces griegas y latinas (nominativo plural de erotikon, εροτικον, y de eroticum y carente por tanto de plural él mismo) con el que se ha designado al conjunto de objetos relacionados de alguna manera (en general representativa) con la pasión amorosa humana, especialmente cuando está enfocada hacia sus aspectos físicos y sensuales. Como sustantivo erótica abarca pues todos los objetos calificados de eróticos. Y resulta que, a lo largo de la historia, eso ha sucedido con las cosas más diversas: chascarrillos, coplas, bailes, poemas, vasijas, estatuas, dibujos, pinturas, medallones, libros, novelas, exvotos, fotografías, películas y casi cualquier cosa imaginable ha podido ser y ha sido incluida en el grupo. El campo abarcado es pues inmenso.

(Extracto de wikipedia).

Te doy mis pechos. (Coco desnuda en la cama).

 

pechos

Mis pechos hablan serpenteando entre espejos…, en una tarde solitaria y casi ruidosa de viernes…, en otro reglado fin de semana más, ¿Cuántos más? ¿Cuántos llevo vividos? Y,  ¿Cuántos quedarán?…, ¿Quién coño me preguntó si los quería vivir? ¿Una madre que olvidó que éramos dos cuando nació mi hermano gemelo? ¿Un padre que se largó sin decirme si quiera adiós?

Así me despierto de la siesta del comienzo de un fin de semana muy “lady blue”. Seré breve porque me incorporo cansada de escribir en mis pestañas… (Solo un artista podría fotografiar mi última frase).

Tras el disparo, ahora soy capaz de haceros notar la sutileza del papel limpio que confunde al fotógrafo cada vez que pretende destacar el monte de venus de una mujer frente al vals del piano. Mi repetitivo triángulo se despereza entre las culebras de su biombo. Y aún no conozco al retratista…

h3Mi noche de más se suma a la vida, porque, de la caverna de la sala oscura de contrastes surge un trazo bonito, pinta de azul a los muchachos… Y es que la belleza es la hostia nívea que nos remide del pecado. Su búsqueda, la búsqueda que hago de ella follando obsesivamente es lo único que me hace estar clavada al suelo y no morir.

Admiro la cajita mágica que envuelve cualquier fotografía sublime. Yo soy solo una escritora deprimente (pero alegre por genética), quizás por el temor a no alcanzar nunca la belleza de la que siempre hablo…, o la fama. O a no creérmelo… A fracasar, cuando simulo en el tejado, ser la fea Coco Chanel, la flaca que ese tonto admiró antes de que alcanzara el éxito de manera natural. Cuando leo sobre ella, me pregunto si, antes de conseguir la fama, también fue admirada por su personalidad. Es posible que esta reflexión esté anticuada hoy, pero, ¿cuándo empezó a ser importante la fama? ¿Llenaba Coco los lugares por su estela de adolescente? Entiende lo que trato de decir.

Me gustan las fresas, pero también me gusta no ser nadie.

¿No es esa la cota más alta de la verdad?

….

Perdón, ¿No es esa la cota más alta de la vanidad?

Mara Blixen.

Sexo jamás confeso, muerte y flamenco.

R7aY llega el aviso de tu muerte. Por fin. No soportaba más la presencia de la puta Decadencia riéndose de ti, y de todos nosotros cada vez que, con sus zancadas negras parsimoniosas, te clavaba la aguja.

Pocas veces enciendo el tocadiscos que me regaló papá. Mozart, y su Lacrimosa requieren respeto. Así que paro de llorar y dejo caer la aguja, una aguja limpia, y aunque punzante, muy diferente a la que impulsa la Muerte. Este es mi pequeño rezo ateo para despedirte, Gran danzón.

Cierro los ojos y escucho la marcha. Puedo dibujar sombras oscuras flotando como una corona sobre mi coleta. Quizás solo sea un rodeo y estén de paso para asentarse en otra cama, o quizás las estoy oliendo porque la siguiente soy yo. Hoy, cada vez que una bandada de pajaritos pequeños levanta el vuelo en Madrid, continuo viendo esa carita sonriente de niño que, sin embargo, escondía en secreto desde el vientre una dermis podrida. Ya han pasado cinco años…

Aunque los pájaros rara vez vuelan de noche, acaba de expandir las alas en el patio quieto de casa uno grande. He decidido que seas tú, Álex. Les diré a esas dos criaturitas que dejas ya cortadas para siempre, que busquen alto…

Y de flamenco y del nacimiento de los dioses también quiero hablar hoy. Del flamenco porque ninguna expresión artística ha sabido expresar mejor el canto de la muerte. A cualquier seguiriya la colma su desnudez, la ausencia de retórica. Su cante triste repleto de sexo jamás confeso, lo hace místico.R23a

Álex, me despido sin parar de bailar en cualquiera de esas fiestas locas que organizabas. Nadie se atrevía a poner fin hasta que uno alzaba la última botella, buscando a quien bautizar como el dios del nuevo día. Te digo adiós de una manera original. Regalándote este vals de José Hierro que canta jondo algo así:

<<Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría no podrá morir nunca>>.

Mara Blixen.

El sexo y las cinco esquinas

Como afirma Mario Vargas Llosa con motivo de su última novela, Cinco esquinas, “Hay que tratar el sexo con naturalidad, ya hemos pasado por Freud y el psicoanálisis, por toda la cultura sexual de nuestro tiempo, que es rica y variada, y deberíamos estar informados de que en el sexo no existe una normalidad y anormalidad, que las fronteras se confunden y se borran y las posibilidades son infinitas…”.

¿Por qué precisamente utiliza el autor la normalidad y anormalidad del sexo? ¿Qué quiere decir exactamente con ello?  Yo no lo sé. Lo que sí sé es que apenas hay información ni cultura sexual, por mucho que aparentemente lo parezca. Como dice él, deberíamos estar informados, pero no es así. Es cierto que la publicidad, el cine, la moda, explotan continuamente el lado sexual. Cualquier empresa presenta su producto envuelto en un halo sexual casi siempre. Algo tiene el sexo muy potente en nosotros que en todo está presente, aunque de promocionar “fairy” se trate.

La sociedad actual está saturada de señales o símbolos sexuales. Éstos lo invaden todo. Pero no nos llevemos a engaño pretendiendo hacer ver que el sexo está ahí y que ya está introducido sólidamente en nuestra cultura. No es cierto. Me atrevo a decir que son solo las señales sexuales las que están ahí, no el sexo. Del mismo modo que do, re, mi…, do, re, mi… es un acorde musical pero no es música, ni siquiera una melodía.

Entonces, un escote, una minifalda, o los vestidos completamente transparentes que lucen últimamente las diosas de las alfombras rojas son esas señales a las que me refiero. Eso es ya natural. Está aceptado e invita a pensar en el sexo. Son el objeto de deseo.

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Marilyn Monroe, Marlene Dietrich, Rita Ora e Irina Shayk. (Poquita diferencia entre ayer y hoy).

¿En qué es rica y variada nuestra cultura sexual? No logro verlo. Aprendo mucho más de los ensayos del siglo pasado (Freud, Foucault, Apollinaire…), que de cualquier blog que intente hacer materia al respecto. Incluso la sección de «mi» preciada revista Jotdown dedicada a eros, repite y repite a los clásicos. La mayoría de los artículos que leo o son historicistas, es decir, están inundados de descripciones rimbombantes sobre los diferentes comportamientos sexuales de la Historia de la Humanidad, o, por el contrario, son instructivos de cómo preparar tu cuerpo para el placer anal… Pero del SEXO de verdad, que, en realidad está en nuestras cabecitas, muy poco se habla.

El sexo aún está escondido debajo de la tierra. No tengo idea de cómo será en el futuro pero, a día de hoy, todavía se le tiene un enorme miedo. Por supuesto que Freud dio un salto enorme y nos hizo ver que el sexo está detrás de todos nuestros trastornos y maneras de actuar. Pero el enorme civismo de la sociedad, incluso en nuestros niveles más íntimos de pareja, me hace pensar que solo en las tribus más primitivas, el sexo puede mostrarse en un sentido literal. Recuerdo un pasaje (que jamás voy a olvidar) de “El entenado”, grandísima novela de Juan José Saer. El argumento versa sobre un europeo atrapado por una tribu antropófaga en Río de la Plata. Deciden salvarlo durante muchos años. El protagonista relata cómo una vez al año y seducidos por unas hierbas alucinógenas, se montan un festín tan arcaico como libre de prejuicios. Solo entonces, se traspasan sin miedo los “límites” y tiene cabida cualquier acción sexual por espeluznante que nos parezca. Todos follan con todos, hombres, mujeres, niños…Lo hacen de una manera salvaje. Al día siguiente todo vuelve a la normalidad. Lo quise entender como un ritual para sanar, o salvar al hombre de su oscura identidad sexual. El autor parece querer decirnos que solo con una ceremonia anual de esas características, podremos transgredir, para intentar aceptar sin miedo lo que somos y, así, poder seguir viviendo más puros y con algo menos de angustia.

No puedo imaginarme que algo parecido pueda ocurrir en Occidente sin que haya consecuencias, como tampoco creo que podamos aceptar nunca el sexo con naturalidad. Y es que, quizás, el sexo pueda ser natural, pero solo en un primer grado. Hay una fina línea entre lo natural y lo no natural. Si no fuera así, no existiría, ni lo prohibido ni la transgresión.  Estoy de acuerdo con las palabras del filósofo, de que la transgresión no es la negación de lo prohibido,  sino que lo supera y lo completa.  Y yo añado que sin morder la manzana, no seríamos más que almas ingenuas y tontainas.

Mara Blixen.

 

Una cita por SKYPE. Parte II.

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Continuación de «una cita por SKYPE, parte I».

Mara: ¿me quito los ligueros?

Claudio: no. Bájate las bragas  solo un poco y enséñame ese coño.

Oh, síii, así….

Para.

Abre tus labios  superiores y acércate un poco más al ipad.

Quiero ver tu clítoris.

¿Ya está duro?

Mara: y muy mojado cabrón. 

Claudio: Acaríciate.

Así… joder ¡qué bien!

Ahora métete un dedo en la vagina niña.

Mara: me gustaría más que lo hicieras tú. 

Claudio: ay puta.

Mara: Imagino tus dedos expertos explorando mi entraña. 

Uno, dos, tres.

Me estoy mojando cada vez más.

¿Puedes sentirlo?

Claudio: Si pudiera te metería el puño entero perra. 

Mara: Aggg! 

Empiezo a sentirte.

Jummm, aggg,

Maldito cabrón.

Claudio: No quiero que te corras aún.

Mara: Te estás masturbando. 

Claudio: Sí. Quiero que nos corramos a la vez.

Pero antes…

¿Qué tienes sobre ese silloncito de detrás?

¡Cámbiate!

Mara: Es una pieza única de la tienda. 

Está bordada con perlas rosas.

Claudio: enséñamela. 

Mara: ¿la puedes ver?

Claudio: oh sí. Póntela ahora mismo.

Mara: me encantaría que mordieras cada perlita aquí mismo.

Una a una.

Luego me lamieras los pechos.

Me besaras y…

Ummm…

Me follaras en el suelo.

Claudio: cómprala para la próxima vez que nos veamos.

Mara: es demasiado cara.

Claudio: Cómprala.

Te doy mi tarjeta.

Mara: La dependienta va a flipar con la niña pija.

Si me viera aquí toda empapada…

Claudio: Podrías decirle que entre y te acompañe.

Mara: pervertido.

Claudio: seguro que es otra zorra lame pollas como tú.

Si pudiera meterte un dedito por el culo…

Mara: ¿así?

Claudio: umm…

Ay niña, ¡cómo sabes hacerlo!

Sigue metiéndote ese dedito.

Mara: Me pone mucho explorar mi trasero.

Ya está resbaladizo,…como mi coño.

Claudio: puta.

Mara: jodido cabrón.

Quiero que me folles por detrás.

Claudio: si pudiera.

Mara: he traído una cosita.

Claudio: ummm

Mara. Es rosa fucsia

Larga.

Adivina.

Claudio: ¿vibra?

Mara: sí…

¡sácalo!

Mara. Mira.

Claudio: ¡Guau!

Lámelo como si fuera una piruleta.

Mara: A falta de la tuya…

Claudio: ahora. Métela entre tus tetas.

Así…

Joder…

Junta tus sabrosas tetas, pedazo zorra.

Deslízalo rápido de arriba hacia abajo.

Mara: Aggg

Te gusta lo que te hago ¿eh?

Claudio: ay sí…

Como sigas así me voy a correr ya.

Mara. Yo estoy empapada.

Claudio: Te jodería ahora mismo esas tetas enormes.

Mara: aggg

Claudio: Bájalo hasta tu pubis.

Mara: umm.

Claudio: eres una diosa preciosa que algún desalmado debería follarse ya.

Mara. Y tú no estás aquí.

Claudio: Mara…

Ponte de perfil.

Perfecto. Abre las piernas.

Échate hacia delante.

Mírame.

Levanta el culo.

Métete esa cosita por el detrás.

Te voy a follar ya.

Y me voy a correr en tu delicado trasero.

Mara: Eres un enfermo.

y tú una puta guarra.

Métetela un poco más.

Te estoy follando.

¿Me sientes?

Claudio: Te voy a romper ese culo níveo.

Mételo hasta el fondo.

Mara: aggg

Ummm.

Aggg.

Fóllame.

Claudio: saca y mételo mientras me masturbo.

Más rápido zorra.

Ayyyy

Mara: joderrrrrrr

Claudio: métete un dedo en la vagina y trabaja.

Ahora te estoy follando duramente.

Por detrás…

Ufff….

Y te penetro la vagina con mis dedos.

¿Los sientes?

Mara. Hijo de puta. Siiii Ahhhhh, ummm, aggg

Claudio: me corro Maraaaaa.

Mara: CABRÓNNNNNN

Claudio: Más rápido. Quiero ver esa polla metida hasta el fondo.

Así….

Mara: joder, me corroooooo

Claudio: y yo.

Mara: Me mojo. Me corro…

Claudio: ya veo tus líquidos resbalando por tu pierna.

Guauuuuu. Me corro. Síiiii. Puta, sigue así, síiii.

Diosssss.

Mara. Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

Claudio: guauuuu.

Mara: ………

Claudio: ………..

Mara….

Mara: Claudio……

Claudio: Eres maravillosa.

Mara: sí. Una puta maravillosa.

Tú haces que me comporte así…

Claudio: eres tú quien me provoca estas cosas.

Me encantaría poseerte siempre.

Cada día…

Cada momento…

Mara: me tengo que ir.

La dependienta debe de estar mosqueada.

Claudio: claro. Nos vemos pronto.

Cuídate.

¿Mara?….

EXTRACTO DE PULSE MARA.

Sexo, barro y belleza.

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—Hola, ¿qué tal estás?

—…, con los pies en el barro…

— ¿Qué quieres decir, Mara?

—Bueno. En realidad, preferiría un campo de trigo bien luminoso, y además…, sentir la pisada crujiente del campo… Sé que eso es mucho pedir, así que me conformaría con pisar…, asfalto. Pero…, tengo los pies ahí; enganchados al barro; como si fuera ese moco verde de las pelis de héroes que se estira y estira y estira, pero nunca se rompe…

—Entiendo…

—A ver,  peor  sería que me estuviera hundiendo en el barro. Solo estoy ahí. En territorio neutral… Sí. Más o menos,  en territorio neutral porque,  tengo la suerte de que el barro nunca pasa de la línea del tobillo… Así que no está naaaada mal. Desde que vengo aquí, en realidad ese es mi estado…

—Ya…

—María, acabo de darme cuenta de que esa es la mejor explicación que te he dado hasta ahora para decirte cómo me siento desde…, bueno , ya sabes…

—No exactamente. Dime.

—Bueno, desde que he tomado conciencia de dónde estoy.

— ¿Sigues con temor? Todavía no eres capaz de confiar en mí, ¿verdad?

—Aquí debo ser sincera ¿no? Pues, Voila! Dime que soy una pesada pero es que no soy capaz de…

—De confiar en nadie…

—…

—No te preocupes. Entiendo tu frustración. Para mí no eres una pesada. Sé que te cuesta, e iremos poco a poco. Y no te preocupes por las etiquetas. No estoy aquí para juzgarte. Solo te quiero ayudar.

— ¿Ayudar?… ¡JA!

—Sí, ayudar.

Merde!!!!!! Nadie ayuda a nadie… Eso es la gran mentira de la sociedad…

— ¿Eso crees?

—…

— ¿Mara?

—….

— ¿Qué crees que hago yo entonces?

—…

—Dime.

—… Aunque nunca me concedas nada, déjame que te haga una pregunta. ¿Qué es lo que crees que hace, por ejemplo…, mmm, un buen diseñador, cuando busca como obseso la belleza?

— ¿Qué crees tú?

—No, no, nooooo. ¡Diossss! Contéstame aunque sea una vez. Tampoco es tan difícil. ¡Solo cinco minutos de diálogo!

—De acuerdo. Creo que es obvio.

—Nooo. Diossss…. ¡Nada es obvio! ¡Todo es una gran mentira! El que busca la belleza, lo que en realidad hace es rechazar al animal de mieeeeerda que lleva dentro. ¿Por qué nadie lo ve? … Pero si solo somos pu-tas besssss-tias disfrazadas de Balmain! Buscamos la belleza, sí, pero solo para ensuciarla; mejor aún, para marchitarla. Y más sabroso, cuanto más poco a poco… Ella, La Gran Belleza, Ella, Tan Amada…Bla, bla, bla… Husmeamos… Husmeamos en ella hasta el paroxismo solo por el afán sádico de relamernos cuando conseguimos profanarla. Por eso…, ¡por eso el sexo mueve el mundo! …  Por eso, una mujer bella se sabe poderosaaa…

—Ya veo… Inquietante reflexión, Mara.

—Sí… Ahí es nada…

—Entonces, si haces esta asociación entre la animalidad y la belleza, ¿qué es lo que crees que hago contigo en vez de ayudarte?

—Pues déjame decirte con todos mis respetos, que, de momento, no lo estás consiguiendo…

—Mara. Creo que vamos por el camino correcto…

—Ya…, bueno, me voy…

— ¿Hoy no eres capaz de aguantar ni diez minutos?

—Lo siento; me voy…

—Vamos. Hablemos un poco de la belleza. ¿Tú has sentido ese poder?

— ¡Ja!

—Dime. ¿Quieres

—Perdona que te interrumpa pero me voy; Ya está… Me voy con mi barro… Adiós, y lo siento de verdad… Adiós. Lo siento, lo siento… Adiós. Gracias. Adiós.

—Adiós Mara.

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Mara Blixen.

Poemas de San Valentín.

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              “Viene la noche. Es

 la hora de perderme en

               tu cabello y tu llanto”.

Hoy me he despertado con este poema de Antonio Gamoneda resonando en mi cabecita. Nunca celebro San Valentín. Prefiero regalar el rojo del fechazo un día cualquiera del año. Pero hoy escribo este precioso poema que recitabas antes de amarme, las noches que sentías en el brillo de mis ojos una diminuta mácula de tormento… Y hoy me acuerdo de tí. Y perduras fuerte, después de tanto tiempo…

Mara Blixen.

El ardor de Mara.

desnuda BW2Tengo muchas ganas de escribir pero no sé cómo ensuciar la hoja en blanco. Siento un ardor dentro de mí tan palpitante que hierve mi cuerpo. Anhela salir pero aún está merodeando con contenida vehemencia por la capa más interior de mi piel. Percibo cómo recorre de un modo vivaz el torrente rojo de mi organismo haciendo despertar cada víscera. Ahí fuera hace frío, todavía es Invierno, pero en mí la Primavera brota ya incansable…

¡Vaya! He conseguido dibujar tímidamente en la hoja en blanco, aunque en realidad mis palabras hoy son torpes (estoy vaga y…, muy cansada).

En ocasiones, el silencio describe mejor ese ardor. La mudez me embriaga y es mi mejor utensilio de expresión. Es la palabra perfecta.

Os dejo un enlace a la Consagración de la Primavera de Stravinsky. Son muchas las versiones coreográficas bailadas pero hoy he elegido a Maurice Béjart.

pincha aquí

Mara Blixen.

Camas calientes…

literatura-erotica-mara-blixenEstoy triste…,  a lo Woolf; y eso no es precisamente consolador.  Las piedras pesan, cada vez más… Yo nunca llevo vestidos largos como ella así que al no caberme en los bolsillos, las debo meter en el lóbulo de las orejas, ese órgano necio… Cuando están dentro suelen apretar. Molestan; a veces, como hoy, se arriman un poco de más y me termina doliendo tanto la cabeza que me pregunto por qué no se juntan del todo y barren mis pensamientos hasta arrasar con ellos. Pero no es así y entre las culebrillas del cerebro apareces tú para decirme que este dolor se pasará, que no dude en que voy a aguantar. Me aconsejas que busque consuelo en mi propia alegría, que invente una nueva aventura, que me la juegue otra vez…Pero es que ya no quiero ser valiente. Lo que quiero es QUE  VU-EL-VAS… ¡MALDITA SEA! ¿Por qué no podemos tomar otro ron más? Háblame, por favor… No seas cabezota como la última vez, vuelve y hazlo una vez más. ¿Sabes que Luis  ha traído tu ron favorito?… ¡Cómo me gustaría volver a discutir contigo sobre los tiempos modernos, sobre la uva, sobre el último invento que se te ha ocurrido y del que estás convencido, nos va a hacer millonarios…! ¡Cómo me gustaba emborracharme en las lunas de La Herradura contigo! Todos se iban a dormir y quedábamos tú y yo, filosofando en bajito, como de hombre a hombre… (Joder, ¿Por qué no  avisaste antes? Si ni siquiera me dirigías la palabra cuando te moriste…).

A veces, cuando, al escuchar una de las historias de mis viajes, de mis novios, te sonreías echando una calada placentera a tu puro, yo me sentía orgullosa. Siempre decías que solo unos pocos elegidos podrían llegar a comprender el verdadero “meaning of life” (*); por supuesto, uno eras tú y es probable que vieras en mí que uno de tus hijos, al menos se había enfrentado a lo esencial, que un trocito de tu estela continuaría; y ese pensamiento te aquietaba…

Pero es que tu luz se ha ido…, lejos…, de repente.

Y cuanto más lejos viaja, más miedo tengo…

Ahora busco en camas calientes algo de sosiego que esconda el desaliento por tu pérdida; pero el roce obsesivo con la carne no hace más que agrandarlo.

Mara Blixen.

sentido de la vida
El sentido de la vida. Terry Eagleton.

(*). Os recomiendo este librito de filosofía de Terry Eagleton sobre la búsqueda de la felicidad. En español, el sentido de la vida.

ME FOLLAS y te digo adiós…

Estoy preparándome para esta noche, para nuestro ácido encuentro. No sabes aún porque lo será… Tú no enciendas las velas, ni prepares esas sabrosas ostras con las que te gusta mimarme…

En cuanto suba el último tramo de la escalera y sienta tu cercanía al recibirme, mi estómago va a tensar sus hilos hasta doler. A continuación, levantaré la mirada buscándote y en cuanto percibas mi rostro de disimulo contenido, sabrás que, esta vez, por mucho que lo desees, no podrás escaparte…

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Mara se arregla para el último encuentro.

 

Pero, ¿cómo puedes estar al lado de alguien que sabes que no te quiere? ¿Qué, en tan poco tiempo, ni siquiera te desea ya? ¿Qué me sientes ausente cada vez que me follas?…

Ahora que escribo “me follas”, me doy tanta cuenta de que en estos meses en realidad, no he sentido…, rien… Quizás he buscado el calor en ti por necesidad, por el fuerte vacío que estimula la orfandad. Tú te has atado a él, manipulando mi ebriedad para confundirme y, de ese modo hacerme pensar que podría estar enamorándome de ti. Sin embargo has caído en tu trampa porque el ratón, si no tiene hambre no busca alimento. Simplemente come lo que sea…, lo que le dan, lo que me das… Y aunque me sirvas en plata lentejas de caviar, me verás envejecer deprisa. Lo haré, aunque con un poco de atención, podrás sentir cómo me resisto a ello. Lo verás en el brillo cada vez más cenizo de mis ojos, que dibuja con lentitud un deseo de  agotamiento en tu ánimo por mi indiferencia… Y quizás también un golpe de efecto. Y justo, cuando empiezo a sentir en mi cuerpo la pérdida real de impulso sexual, aparece Jean. Un mensaje; hay una posibilidad, después de mucho tiempo, de volvernos a ver.

De repente, vuelvo a tener muuuucho hambre, ¡muchísimo! ¡Maldita sea! ¡Quiero esas lentejas de caviar!, pero no contigo…

De momento me contengo y decido no contestar.  Por el respeto que tengo a nuestra relación te debo, al menos, fidelidad. ¡Siempre he sido fiel! Siempre… Decliné la invitación de Eduardo a la exquisita Sicilia por ti pero… Me ducho, me masturbo y no encuentro el modo de calmar la ansiedad. Me voy a nadar… No es suficiente. Decido pasear por el parque abrupto de La Ventilla. Durante más de una hora la palabra fidelidad me golpea con sequedad el pendiente… No sé qué hacer…Conduzco el paso hacia el árbol cuya corteza, tiempo atrás rasqué con mi nombre y me acomodo en el suelo junto a él. Cierro los ojos.

Inoportunamente aparece mi  padre muerto. Un pensamiento frugal. ¡Justo en ese momento!… Toda mi vida espantándome de sus escarceos amatorios y, tras el corto tiempo que su imagen fantasmal está presente, inexplicablemente decido ver a Jean.

Después del palpitante encuentro con él, he vuelto a comer el pienso que te empeñas en darme cada día. Hoy no me cabe más así que me voy.  (Con pena porque echaré de menos tu amistad).

Para dejarte, me inventaré otra historia algo falsa y mucho más simplona que la que he contado aquí. Por supuesto, no me creerás pero cualquier cosa que te diga será bienvenida. Sabes que esta vez no me podrás convencer.

Adiós. Ahora debo buscar otros labios qué amar. Tengo que estrenar esta preciosa barra de labios…

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Mara dice adiós.

Mara Blixen.

 

Nazis, sexo o una espontánea visión de la Historia.

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Pues no estoy nada de acuerdo con este artículo… Me parece algo simple asociar el gusto por el canon de rubio-ojos azules con la influencia nazi. Quizás el autor se ha dejado llevar por una asociación espontánea de estéticas para escribir un artículo de opinión que le exigían, y sin profundizar en nada más. Si es así, como curiosidad no está del todo mal… Se me ocurre un icono de belleza que hoy perdura. Fue rubia y se llamó Cleopatra.

PinchaME para leer el artículo.

Mara Blixen. 

Air sex o SEXO INVISIBLE… La Última revolución con millones de seguidores…

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Me acabo de enterar de esta nueva tendencia que está dando la vuelta al mundo. AIR SEXING. De origen japonés (ya no me sorprendo de la sordidez sexual de este país que admiro) y que gana adeptos a marchas forzadas. Los americanos ya han instaurado un campeonato mundial.

Regla número uno: no puedes alcanzar el orgasmo si lo practicas. ¿Te imaginas hacerlo con tu pareja para salir de la rutina? ¡Ojo! No puede tocarte y tú debes sacar tu lado más exhibicionista para ganar el premio final… que solo vuestra imaginación alcanza a saber cual es…

Para saber más pincha aquí…

Mara Blixen.

Ansiedad, abandono, masturbación…

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Siento cómo mi cuerpo empieza a encenderse y no es por deseo sexual. No, no siento mácula de excitación sexual. Y sin embargo me voy a masturbar. Necesito  alejar de mí la ansiedad provocada por…, la tristeza o…, la soledad. No. Creo que lo que siento es abandono. Efectivamente. Me acabo de dar cuenta. Es eso. Un fuerte sentimiento de abandono. Pero injusto, gratuito y profundamente inmaduro. Porque pese a que puedo disfrutar de casi cualquier hombre, el que me atrae con desmesurada irracionalidad, en realidad, mira hacia otro lado, hacia otra. Lo hizo desde el primer día. Desde ese primer día yo lo sabía. Lo acepté. Mucho me cuidé de no enamorarme, de ser yo la que mantenía la distancia, la que daba con carta de raciocinio los encuentros amatorios. Sabía, sé que nunca será para mí. Después de conocernos, he podido enamorarme de otro con locura e incluso, ahora me entrego con pasión a un libanés. Me entrego a tantos…, y con clara irracionalidad…

Sin embargo, cuando él aparece, suele ser amable pero una sola línea obtusa de sus cartas me hace vibrar metálicamente, el calor natural de mi estado de ánimo se congela, se desfigura el rojo de mi pecho y la realidad de mi pasado se carcajea de mí avanzando a grandes zancos para hacerme ver que es mi jodida voluntad la que desea estar condenada a la soledad. Y solo por una línea obtusa en sus cartas…

(A veces me gusta escribir sin un hilo conexo, como ahora,  porque la vida es también incongruente. Hoy me dejo llevar por una mezcla del placer de escribir buscando una frase original y de la sensibilidad de mi cuerpo borboteando ansiedad…).

Mara Blixen. 

Prefiero FOLLAR entre risas…

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ME encantaría poder contaros que esta noche tan tan esperada ha sido inspiradora, flotante, colorida y chispeante… Pero no; todo se quedó en un juego de intenciones feo y gris.

No fue inspiradora porque después de un esperado encuentro de uno de mis lovers castellanos no me he sentado a escribir, excitada aún por el olor perdurable a sexo, con cien ideas disparatadas para resolver el misterio del guante verde aparecido en la segunda estantería de la biblioteca.

Tampoco fue flotante porque…,no floté. Carajo, no lo hice  en ningún momento…

Ni siquiera colorida. Cuando mi lover se lanzó a mi vulnerable cueva como un torpedo de la segunda guerra mundial intenté persuadirle de que todo no es open and close, un blanco y negro… De que entre todos los colores del arco iris justo hay que elegir los que están en el medio, bailar con los verdes, morder con los rojos intensos, acariciarse con un tímido azul turquesa… Todavía hoy, pasados tres días, siento que no comprendió nada… Tal vez allá en los campos de castillos, todo lo envuelve un ocre negruzco…

Y lo más pardo es que no fue chispeante. Eso sí me decepcionó porque ¿qué es el sexo sin alegría? Alguien dijo que la felicidad, en la mayor parte de las personas alegres, es el resultado de una tenaz disciplina. Yo soy enormemente disciplinada en mi vida y en el sexo más porque es donde me siento más yo.  Y follando alegremente es la única manera de encontrar la plenitud individual, la felicidad…, O ¿no?

MAra Blixen.

sI no te gusta FOLLAR, quizás eres uno de estos…

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A estas alturas ha quedado claro lo central que es en mi vida el sexo. Había oído hablar sobre los asexuales y siempre he sentido cierta curiosidad. Ahora leo en el País que existe todo un movimiento mundial alrededor de la gente que no quiere el sexo en sus vidas, AVEN ( Asexual Visibility and Education Network), así se llama. Y empiezo a imaginarme la vida sin follar. Imposible… Voy a tener que hacer un día intenso de mindfullness para conseguir concentrarme  e imaginarme casta porque, solo de pensarlo se me enciende un calorcito en las vísceras como si me aterrorizase no sentir el consuelo de la pasión nunca más.

Pero ¿si lo único que verdaderamente somos es sexo? En él está nuestra esencia de ser. Y si no, leed a Georges Bataille y su ensayo EL EROTISMO. Fundamental para entender la condición sexual humana.  Más abajo os dejo parte del prólogo (*) con el que estoy (o eso sigo creyendo hasta hoy) muy de acuerdo.

A continuación y en negrita subrayo las cuatro personalidades asexuales:

  • As de picas: no siente atracción sexual ni romántica.
  • As de diamantes: demirromántico o demisexual, que siente atracción romántica o sexual únicamente cuando hay un vínculo emocional fuerte con la persona.
  • As de corazones: alorromántico asexual, que experimenta atracción romántica, pero no impulso sexual.
  • As de trébol: se identifican dentro de la asexualidad, pero están inseguros o se cuestionan su orientación romántica.

pRÓLOGO (*):

El espíritu humano está expuesto a los requerimientos más sorprendentes. Constantemente se da miedo a sí mismo. Sus movimientos eróticos le aterrorizan. La santa, llena de pavor, aparta la vista del voluptuoso: ignora la unidad que existe entre las pasiones inconfesables de éste y las suyas. Con todo, no es imposible hallar la coherencia del espíritu humano, cuyas posibilidades se extienden en un territorio que va desde la santa hasta el voluptuoso. Me sitúo en un punto de vista desde el que percibo estas posibilidades, que son opuestas, en concierto. No intento de ninguna manera reducirlas unas a otras, sino que me esfuerzo en captar, más allá de toda posibilidad de negar al otro, una última posibilidad de convergencia. No pienso que el hombre tenga la más mínima posibilidad de arrojar un poco de luz sobre todo eso sin dominar antes lo que le aterroriza. No se trata de que haya que esperar un mundo en el cual ya no quedarían razones para el terror, un mundo en el cual el erotismo y la muerte se encontrarían según los modos de encadenamiento de una mecánica. Se trata de que el hombre sí puede superar lo que le espanta, puede mirarlo de frente.

mARA bLIXEN. 

NinfÓmanO o NinfÓmanA ¿Lo eres tÚ?

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Sorprendida estoy cuando leo este artículo. NinfómanOOO¿? Me sorprendo por la «O» masculina. O, ¿es que tan solo estoy leyendo lo que quiero leer como aquel que se auto engaña siempre para no sufrir? Posiblemente solo haya leído ninfomaníA pero me la creo con « y no voy a buscar su significado en el diccionario porque se lo que voy a encontrar… ciertas mujeres con un deseo insaciable y violento por copular…

Violento en mi caso no aplica pero insaciable tal vez. Y…, ¿por qué?

Porque busco y busco y rebusco un sexo mejor, una mayor satisfacción… Busco que jueguen en mis cositas allí abajo. Que lo hagan bien sin pensar en el ego…’Sí! que lo hagan más allá que con devoción y ganas de complacer, con ganas puras de disfrutar de la vida,  del sexo… Solo así uno se entrega… Pero…, si solo hay que escuchar mi ritmo cardíaco…, el de ella, el de tu pareja… Hay que dejarse llevar por la respiración en mi pecho, en mi sexo, en mi mirada…

De lo contrario, volcanes como yo seguirán buscando, insaciablemente…

Mara Blixen. 

descúbre lo que dicen los expertos pinchando aquí…

Sexo y zapatos…

Si me tuviera que quedar con tan solo una prenda, objeto o artilugio para provocar sexualmente a mi pareja, o incluso para provocarme a mí cada vez que coqueteo delante del espejo, sin duda es el zapato de tacón.

Cuanto más alto, más segura me siento…

Cuanto más negro, más poderosa…

Y cuantos más cordoncitos rodeando el tobillo, más sexy…

Hoy he elegido varios de ellos que me chiflan. Todos son de Stuart Weitzman. No es que pretenda hacer publicidad. Es que todas las mujeres merecen conocer, para excitaros en los juegos erótico-festivos, unas joyitas como éstas.

Príncipes del Universo: Os lo pongo muy fácil para alegrar la semana que empieza a vuestras preciosas reinas…

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MAra BLixen.

Casi no FOLLAS y lo sabes, o el arte de estar FINDUS…

DESNUDO-SEXO-

Leyendo este artículo sobre lo poco que follamos en contraposición a una sociedad cada día más sexualizada, me ha llevado a recordar (con una grata sonrisa) un término que acuñamos tres amigas hace unos años: ESTAR FINDUS. Imagina lo que es. ¿NO?

Os cuento. Estábamos un día charlando con un gin-tonic sobre lo que habíamos follado en los últimos tiempos (las tres estábamos solteras) y Marta, finalmente dijo: -JOder, estoy más que congelada, estoy muuuuy FINDUS. ¡Llevo más de un año sin echar un polvo! ¡Y no me había dado cuenta hasta ahora!- A Laura y a mí nos hizo mucha gracia lo de FINDUS. Ella contesto – ¿Pero no había una marca de congelados llamada FINDUS? -.

Desde entonces, «ESTAR FINDUS» se convirtió en una frase hecha que transmitíamos en conversaciones a otros amigos. En realidad, para estar findus tienes que llevar más de un año sin sexo. Y me consta que más de un amigo utiliza la expresión asiduamente en su vocabulario.

Confiesa. ¿Cuantas veces has estado findus?

Mara Blixen.

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